Eslovaquia es un país especial, diferente, y el turismo que llega aquí, atraído por sus numerosos encantos así lo atestigua. Tierra de castillos, parques naturales, cuevas fascinantes y notable patrimonio histórico, Eslovaquia invita a un viaje donde el único propósito sea disfrutar y descubrir lugares.
Si Europa tuviese un ombligo donde mirarse sería Eslovaquia, ya que Kremnické Bane es el centro geográfico, y donde un hito de piedra cercano a la Iglesia de San Juan Bautista indica el punto exacto.
Bratislava, capital de Eslovaquia
Bratislava es un precioso tesoro que se debe mirar con lupa, porque más allá de los lugares más visibles de su skyline, como el castillo, la catedral, el monumento memorial de Slavin, o la pirámide invertida de la radio eslovaca, es una de las capitales europeas más desconocidas y al mismo tiempo más sugerentes. La colorida Iglesia azul de Santa Elisabeth (Modrý kostolík, Kék templom), las huellas de su pasado comunista, el castillo de Devin a las afueras, sus graciosas estatuas, y museos que permiten conocer a fondo la cultura de Eslovaquia.
Además, Bratislava, y toda Eslovaquia, se está posicionando como un Hub industrial del sector de la automoción. Muchas empresas del sector tienen aquí fábricas de producción de coches, atrayendo un turismo de ferias y del sector del automóvil.
Ciudades y pueblos.
Además de Bratislava la capital, hay otras ciudades y pueblos que merecen la visita. La otra gran ciudad del país es Kosice, situada en el este de Eslovaquia camino de la frontera con Ucrania. Presov, muy cerca de Kosice es otra de las poblaciones son importantes del este del país.
Trencin y Zilina al noreste de la capital son otras destinos muy interesantes ya que nos encontramos cerca de la frontera con Polonia y de los montes Tatra.
La tierra de los Castillos
Eslovaquia tiene en su pequeño territorio una cantidad inmensa de castillos, que no acabaríamos ni visitando en 365 días. A los más de doscientos existentes, se añaden otros cuatrocientos palacios, lo que hacen de Eslovaquia un país donde viajar al pasado.
El castillo de Spiš es el más conocido, uno de los más grandes del mundo y reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Grutas, cuevas…..y mucha naturaleza
Al sur de Eslovaquia se concentra un gran área carstico conocido como Slovenský kras, donde se contabilizan más de 7 mil cuevas en Eslovaquia, con paisajes pétreos de suma belleza, y «catedrales» de formaciones formadas a lo largo de millones de años. Bajo la superficie existe otra Eslovaquia que podemos descubrir conociendo alguna de las 17 grutas visitables, adscritas a la lista de Patrimonio UNESCO, y entre las que destacan Krásnohorská por su gigantes columna, la cueva de Aragonita de Ochtinská con sus peculiares formaciones que parecen plantas, la cueva cárstica de Domica, la más grande de Eslovaquia, Dobsinska l’adová, una gruta de hielo, la de Jasovska con un recorrido muy peculiar y muchas más.
En el bosque de robles de Dobrá Niva en Zvolen podemos sentirnos rodeados de árboles de más de 400 años de antigüedad en un espacio que equivale a más de 120 campos de fútbol.
Las montañas de Eslovaquia atraen a amantes del trekking de todo el mundo, y no solo son los famosos Montes Tatra ideales para caminar, si no que cualquiera de los nueve parques nacionales ofrecen lugares fascinantes para perderse en la montaña. La zona del Parque Nacional de Mala Fatra es una de las más bellas y visitadas. Otra pequeña comarca muy interesante es Orava, encastrada en el norte del país junto a la frontera polaca.
Cultura, folclore y tradiciones
Las tradiciones están muy arraigadas en Eslovaquia y curiosamente el pueblo de Cicmany bajo las colinas de Strážov, es la primera reserva de arquitectura folclórica donde podemos conocer el instrumento más curioso de Eslovaquia (con el permiso de las gaitas eslovacas), la Fujara. La peculiaridad de las iglesias de madera, auténticas obras de arte arquitectónica, que junto a las casas de madera del pueblo de Vikolínec en la región de Liptov forman parte del conjunto de Patrimonio Unesco eslovaco. Además, la música y las tradiciones de Terchová con su festival internacional de julio atraen a turistas de todo el mundo.
Ciudades y pueblos con encanto de Eslovaquia
En Eslovaquia los pueblos permiten llevar a cabo una ruta muy auténtica para conocer pequeños tesoros como Banská Štiavnica, denominada la «ciudad de plata» por sus argénteas minas, que convirtieron al centro en uno de los más ricos del Imperio Austro-Húngaro. Otros como Levoca son evocadores con su arquitectura medieval o como Bardejov, la perla gótica de Eslovaquia.
Viajes a Eslovaquia
Si tiene pensado viajar a Eslovaquia, puede escribirnos para que le ayudemos a preparar su ruta, prestarle información de turismo, qué lugares ver, o que actividades son más adecuadas para cada temporada del año.